He descubierto el Ibuprofeno en el monte

Tuca de Mulheres

Después de varias excursiones al monte, he hecho un descubrimiento. Bajando hace unos días del Vallibierna, uno que me acompañaba, me dijo cuando me quejé de dolores en las rodillas:

-Tienes que tomar un Ibuprofeno.

Así lo he hecho y el resultado ha sido estupendo. 

Ayer, bajando de la Tuca de Mulheres con algo  más de 3.000 mts, me enchufé una pastilla y hoy, estoy como nuevo. Soy otro.

No tanto, porque me han ofrecido, hacer deporte hoy y lo he rechazado. Han sido dos días de intesa actividad deportiva. Antes de ayer, intentado llegar en bici a una ermita situada en la punta de un monte y ayer una excursión de casi siete horas de andar por el monte.

Un nadador ciego: las barreras te las pones tu.

Enhamed Enhamed es un nadador canario de padres saharauis que disputará sus terceros Juegos Paralímpicos.  En Pekin consiguió cuatros oros.

Esto lo he conocido por una entrevista que le hacen en MARCA y que deja algunos comentarios que valen la pena tener en cuenta.

La piscina forma parte de su vida desde que tenía 13 años: «En el agua sientes que no tienes que tener cuidado, no necesitas que vaya alguien acompañándote, salvo en competición donde los entrenadores nos avisan para los virajes». En ella recuperó la independencia que había perdido cuando se quedó ciego a los ocho años.

Lo que para muchos podría ser un drama, para él no lo es. «En la vida vas perdiendo cosas. Yo perdí la vista y, como no iba a volver a ver, lo mejor que podía hacer era aceptarlo y tirar para adelante. Fíjate lo que te digo: Si no hubiera sido ciego seguro que no habría sido tan feliz. En estos años, gracias a la natación, he tenido la posibilidad de conocer a muchísima gente y de viajar a muchos sitios», nos cuenta.

Está claro que en su día a día tiene que enfrentarse a muchas barreras, pero añade: «Según pasa el tiempo veo que las barreras reales son las arquitectónicas y, aunque suene muy trillado, la mayoría de los obstáculos nos los ponemos nosotros. Si te acomodas, hay mucha gente buena dispuesta a ayudarte. Muchas veces las barreras nos las ponen la familia y los amigos. Ellos lo hacen con buena intención y lo cómodo es aceptar su ayuda, pero coartan tus posibilidades porque crees que necesitas ayuda para todo».

 

Anuncio de Volvo: una mujer pasa por una cuerda entre dos camiones en marcha.

Ayer veía esta maqueta de un futuro anuncio de camiones Volvo. Antes de su emisión oficial ha conseguido más de tres millas de entradas en Youtube. He visto alguno de los comentarios escritos y hay teorías de todo tipo. El que me lo enseñaba, trabaja en una empresa de publicidad, me decía que es todo un ejemplo de trabajo bien hecho.

Un libro para recomendar

Me manda esta foto un amigo desde un ibón del Pirineo. Está leyendo Ébano. No he tenido tanta suerte. Este verano mi contacto con la montaña, tocarla, subirla y bajarla.  No me quejo.

Pero no quería hablar de montes, sino de libros. Estos días que he estado con unos familiares me han pedido algún título para leer y no les he podido recomendar ninguno de lo que he leído en este último año. He tirado de lista de lo que he leído y nada.

Para recomendar un libro, primero tengo que conocer al que tengo delante y después, es una condición indispensable, me tiene que haber  gustado a mi primero.

Con estas dos premisas, me he quedado en blanco. Por lo menos, se están pasando de mano en mano la novela, Katrina,  recién reeditada y está triunfando…

-Pero no has leído nada bueno…insistían

-Lo único que me ha gustado relativamente es la última novela histórica de Gillian Bradshaw, titulada Norte Oscuro. Conocida por «El faro de Alejandría»

Un encuentro en el GR 11

Aneto desde el Vallibierna

El madrugón valió la pena porque el día fue de 10. Desde hace días, con otros tres,  planeamos subir el Vallibierna. Este es un monte de algo más de 3.000 metros en la zona de Benasque.

Decía que el día fue de sobresaliente porque todo salió bien desde el principio. Llegamos por los pelos  a coger el autobús que te lleva por una pista al lugar de inicio de la ascensión. Luego, el tiempo con una pequeña brisa, el sol que no calentaba mucho…y el paisaje entre ibones…y, no me olvido de las vistas. La foto es un ejemplo.

Todo esto lo cuento porque en la ascensión nos encontramos con un joven con una mochila bien cargada: saco, esterilla, tienda…

¿De dónde eres?, le pregunté

Cuando me dijo que vivía en Valencia.

Me respondió de una calle bien conocida, cercana al colegio Guadalaviar, donde trabajo.

-Pues, yo soy uno de los sacerdotes del colegio.

-Yo estudié en frente, en el Pilar

Subiendo, subiendo hasta el collado, me contó su historia. Estaba haciendo el GR 11. En mi ignorancia, desconocía que este recorrido va de Irún a un punto de Cataluña. Llevaba, Javi  que así se llama, desde el día 23 de julio recorriendo: arriba y abajo…

Pensaba terminar –me comentaba- pero creo que me voy a quedar en Andorra. Hay otras cosas que hacer.

-¿Te has quedado sin Olimpiadas?

-Sí, sólo he visto dos partidos de baloncesto. Uno, el de la final.

-Lo peor para mí sería lo de ir solo tanto tiempo., aclaré.

-Me han venido a acompañar dos chicas este fin de semana. Pero no lo llevo mal…

Hablamos del tiempo para pensar, del miedo de dormir solo en los refugios, las tormentas, de los kilos que había bajado…De todo lo que permite una fuerte pendiente cercana a los 2.700 mts.

Antes de despedirle y con la buena impresión que me había causado un universitario haciendo esta aventura envidiable, le dije:

-Ya sabes dónde estoy. Si un día quieres hablar con un sacerdote, de todo un poco, pásate por Guadalaviar.